Permítanme hacer catarsis...
Tengo la mala suerte de enfermarme y caer en cama con fiebre justo en Francia. Después de 3 o 4 años de no haberme enfermado vengo a caer justo acá. Algunos dirán que fue la mala vida, pero son solo habladurías infundadas.
Pero fue muucha mala suerte, porque justo esa semana se iban mis dos jefes, uno para Holanda a su posdoc y otro de vacaciones por una semana (semana francesa, que dura una semana y media de las uruguayas, más o menos) y la idea era ver algo terminado antes que se fueran.
Y a eso sumale que justo me quedo sin crédito en el teléfono de casa y en la tarjeta de teléfono, incomunicado del mundo a no ser que me llamen. Y después de 3 días en cama quedó claro que a nadie se le iba a ocurrir llamar para ver qué me pasaba. Excepto al Sepo (un grande), a quien le pedí muy preocupado por mi trabajo que le mandara un mail a mis jefes explicándoles la situación y que pasara por ahí a ver si veía a alguien para hablarlo personalmente, que siempre es mejor.
Cuestión que nadie se había enterado ni que había faltado. Se ve que es normal que la gente falte y no hay que rendir cuentas al respecto (dato interesante que tomaré en cuenta en el futuro próximo cercano). Mis jefes no aparecieron y nadie respondió el mail.
Vuelvo a trabajar, sabiendo que no los iba a encontrar. Solo uno de mis 5 compañeros vino a preguntarme si estaba mejor. Hubo otra "divina" que me dice en el almuerzo que se iba a sentar lejos por las dudas (¿broma o racismo?). Es duro no entender un carajo de francés y pero justo entender que te están tomando el pelo.
Desde el lunes, día en el que se suponía regresaba al menos uno de mis jefes, estoy trancado con varias ideas que se me ocurrieron para resolver un problema y preciso la opinión de este último. Después de tres días, me enteré que venía hoy, justo hoy que hay huelga de transporte en París.
Salí 15 minutos antes de casa (7:30), para enterarme al llegar a la estación de metro que la única línea que me sirve era la máaas afectada por la huelga (las otras funcionaban casi normalmente) y que no se sabía cuándo va a pasar el próximo. La mujer de la caja me dijo algo en francés que parecía significar que venía uno en camino hacia la dirección contraria a la que tenía que ir. Efectivamente, pasó pal otro lado. Esperé y esperé hasta que finalmente volvió a la hora límite de decisión en la que todavía podía llegar a alcanzar el ómnibus del INRIA si el metro iba lo suficientemente rápido (7:50). Sin mucha convicción me subí.
El viaje fue particularmente lento, dado que levantaba mucha gente en todas las estaciones y se bajaba otro tanto. El bus del INRIA pasa 8:25. Llegué a mi estación del metro 8:23. Salgo corriendo hacia la salida, esquivando no menos de 10 personas que cambiaban de metro en esa estación, subo las escaleras y la veo... la reja estaba cerrada :-| NOOOOOOO. No lo podía creer. Las huelgas incluyen la no apertura de algunas salidas (especialmente elegidas para joder más a la gente). Después de patear la reja tres o cuatro veces para sacarme la bronca y putear a todos en uruguayo salí corriendo para la otra salida del metro. La que quedaba casi a *una cuadra* bajo tierra.
Ya con el corazón en la garganta, llegué a la superficie para ver que a otra cuadra de distancia el último pibe se subía al bus, que se cerraba la puerta y que empezaba a moverse. Un milagro hizo que justo cambiara la luz del semáforo, clavando al bus en la esquina y dándome a mi la verde. Ya no podía más. Esquivando todos los autos traté de llegar, pero el ómnibus arrancó y no me hacía señas como que me había visto. Empecé a gritar y a mover los brazos y me le tiré adelante. Habrá dicho, este se escapó del manicomio, pero logré subirme. Me tomó todo el viaje al INRIA que los pulmones me volvieran a funcionar.
A eso de las 9:30 llega mi jefe (yo llegué a las 9:00). Le pregunto si tiene un rato para reunirnos y me dice que son días complicados (cosa que ya me veía venir). Que iba a tratar de encontrar tiempo en la tarde, pero que sino quizás mañana nos reuníamos, o que mejor le mandara un mail mañana así lo leía el fin de semana y nos reuníamos el lunes o algún otro día de la semana que viene.
Taaaaa!!! Basta para mi!!! Toy trancado y atrasado y soy el único que se preocupa. Me tomé un café y me puse a hacer catarsis. Como esto todavía no me tranquilizó voy a tomar medidas más severas. ¿Dónde puse la ak47 que le compré al turco el otro día?...